Las leches artificiales son alimentos diseñados específicamente para lactantes y niños pequeños. Pero, ¿Qué sabes de estos preparados lácteos que se venden en farmacias y algunas también en las grandes superficies? Con este artículo la idea es resumir los puntos clave sobre estos productos.
Lo que deberías saber sobre las leches artificiales
- Cuando la lactancia materna no es posible hay que utilizar preparados adaptados para lactantes. En general, no existen leches artificiales buenas y malas, pero por la diversidad en la oferta, te recomiendo preguntar a un profesional sanitario antes de iniciar la lactancia artificial con alguno de ellos.
- Existen recomendaciones y una normativa específica a cumplir en la elaboración de las leches artificiales. Está regulada la composición y las características de los nutrientes que incluyen. Así como sus cantidades dentro de unos márgenes que permitan cubrir las necesidades de la mayoría de los niños, sin que haya carencias o excesos nutricionales.
- Aunque se pretenda conseguir fórmulas lácteas lo más fisiológicamente similares a la leche materna, todavía sigue habiendo diferencias notables entre la leche materna y la artificial, sobre todo en el aprovechamiento de nutrientes.
- Las leches artificiales utilizan como materia prima la leche de vaca a la que se aplican diversas modificaciones. Aunque la fuente proteica es segura y apropiada, la composición proteica de la leche materna y la leche artificial no son iguales.
- Existen distintos preparados lácteos: Las leches de inicio vienen a sustituir la alimentación del lactante hasta los 4-6 meses. Las leches de continuación y crecimiento se utilizan a partir de los 6 y 12 meses respectivamente y están pensados para formar parte de un régimen mixto de alimentación a base de alimentación complementaria y leche.
- En los últimos años se han desarrollado leches con diversas modificaciones con idea de solventar algunos problemas digestivos menores del lactante: Antiregurgitación (AR), Anticólico (AC), Antiestreñimiento (AE), Antidiarrea (AD). Son fórmulas con características diferentes en varios aspectos a las leches infantiles y no está recomendada la utilización generalizada de estos productos.
- Existen también fórmulas adaptadas que responden a las necesidades específicas de los lactantes con intolerancias y/o alergias y prematuros, como las leches sin lactosa, proteína de soja, las de bajo contenido en proteína, las hidrolizadas… Para su utilización debe haber una indicación y prescripción médica.
- Uso y conservación: Los preparados en polvo, que son las más utilizadas, se deberían preparar con agua potable, segura y hervida previamente. Se prepara siguiendo el esquema: 1 cazo raso de fórmula por 30 ml de agua. Los envases de leche en polvo se deberían guardar en un lugar seco y evitar conservarlos durante mucho tiempo por el peligro de contaminación y crecimiento microbiológico. EL fabricante recomienda desechar el envase al mes de abrir.
- ¿Cómo interpretar de una manera esencial el etiquetado de las leches artificiales?
- – Recomendaciones calóricas: La proporción calórica se reparte en torno a un 55% grasas, un 35-55% de hidratos de carbono y un 5% de proteínas.
- – Proteinas: Caseína y seroproteinas o proteínas de suero. Para las leches de continuación y crecimiento los requerimientos son más bajos porque la alimentación a partir de los 6 meses se enriquece con la alimentación complementarita. Como fuente de proteína entera en las fórmulas lácteas artificiales se utilizan las proteínas de leche de vaca, cabra y soja. Algunos preparados suelen contener proteína hidrolizada o fraccionada para mejorar la digestibilidad. Esto ocurre en los preparados “anticolico” “antireflujo””Antiestreñimiento” por ejemplo.
- – Grasas: En las leches artificiales se emplea una mezcla de diversos aceites ( vegetales o animales) teniendo muy en cuenta la proporción grasa saturada/monoinsaturada y poliinsaturada. En cuanto a la mezcla de aceites, la idea es conseguir un perfil similar a la de la leche humana. Desde el año 2016, las fórmulas o preparados tiene que llevar la cantidad mínima de DHA ( ácido docosahexaenoico) de 20 mg/100 kcla, un ácido graso esencial que se ha visto tiene diversos beneficios en la salud del lactante.
- – Hidratos de carbono: La lactosa es el azúcar más abundante de la leche y por tanto, la lactosa debe ser el componente mayoritario. En algunas fórmulas se sustituye la lactosa por azúcares más digeribles como la maltosa o maltodextrinas.
- – Otros componentes; En los últimos años se han ido incorporando diferentes componentes como resultado de un mejor conocimiento de la composición de la leche humana (prebióticos, probioticos, nucleótidos, beta palmitato, alfa lactobalbumina…). Todo ello para alcanzar fórmulas lo más parecidas a la leche materna.
Recomendación de boticaria:
Nadie puede negar la máxima de que la lactancia materna es la forma ideal de alimentación para el crecimiento y desarrollo sano de los lactantes. Además, hoy en día se sabe que los beneficios de la lactancia materna llegan a serlo también para la madre con repercusiones en salud importantes. Pero a veces, no es posible instaurar/mantener la lactancia materna y entonces hay que pasar al plan “B” y utilizar el método biberón + leche artificial. Los avances tecnológicos de la industria alimentaria hacen que la elección y la correcta interpretación del etiquetado de estos productos sea cada vez más compleja. Es por ello que el consejo de un profesional (pediatra, enfermería o farmacéutico) es esencial y necesario.
Y por último recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la alimentación exclusiva con lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida para el recién nacido sano a término, complementada a partir de esa edad, por lo menos hasta los 2.
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